ESCULTURA MONUMENTAL:
TEMPLO Y CLAUSTRO
Está focalizada básicamente en tres hitos que son siguiendo un
orden cronológico:
La Capilla mayor de la parroquial.
El claustro anejo
La portada del templo.
LA
CAPILLA MAYOR:
De los arcos de entrada a los absidiolos, solo conserva la cesta
derecha, en ella , en la cara principal se representa un torneo entre dos
caballeros, mientras en la izquierda creemos ver un guerrero a pie atravesando
con la espada un monstruo y en la derecha un ave (estas dos escenas últimas
están muy perdidas y su identificación es dudosa).
En el absidiolo central, el capitel de la izquierda muestra
hombrecillos desnudos –unos barbados y otros imberbes- entre tallos
entrelazados de vid.
En el absidiolo sur, la cesta de la izquierda nos ofrece el
episodio de Sansón desquijarando al león por cuadruplicado, dos en la cara
frontal y uno en cada lateral, enfrentados en los ángulos.
La escena más interesante y enigmática del conjunto es, sin
embargo, la del capitel derecho de este mismo arco, presidida por una mascara
demoniaca con la boca abierta para mostrar la lengua y los dientes, y cuernos
en forma de serpientes que atacan a sendas figuras masculinas desnudas
acuclilladas que aparecen llevándose las manos a la boca y enseñando los
dientes.
Los capiteles de las ventanas y arquerías ciegas del segundo nivel
son todos vegetales y, en la mayoría de los casos, iguales o casi iguales.
Menos uno, repiten el mismo esquema básico, dos niveles de volutas,
generalmente rellenas de hojas, a partir del cual ensayan dos posibilidades: o
bien se ciñen al motivo base, o bien lo complican enriqueciendo las
volutas inferiores con un borde liso o decorado. En dos casos, sin embargo, las hojas de relleno de las
volutas inferiores han sido sustituidas por otros elementos: flores y
roleos respectivamente.
Solo una cesta, la izquierda de la ventana central, ofrece un
asunto distinto: tallos ondulados que parecen surgir del astrágalo, de los que
brotan hojas de vid, manzanas y piñas.
Los dos capiteles del arco triunfal resultan prácticamente idénticos
entre si y parecen estar inspirados en el esquema base de los anteriores, si
bien lo imitan con cierta tosquedad.
Textos: Clara Fernández Labreda